lunes, 1 de agosto de 2011

MEDIOS INTERPRETATIVOS. VALLAS - SEÑALIZACION





SEÑALIZACION EN LA INTERPRETACION
Por Vincent Gleason. Tomado de PARQUES, 1976, Vol. 1, no. 1
  
Las vallas o letreros son cosa básica. Ellos comunican, o debieran comunicar, direcciones de tráfico y otras informaciones esenciales dondequiera que un administrador de parques o áreas recreativas tenga que relacionarse con gran número de visitantes.

Hay poca duda, sin embargo, acerca de la escasez de buenos letreros o de la gran cantidad de letreros malos. En los parques el paisaje se ve aún afectado por el abandono crónico del arte de pintar carteles, aunque rara vez por falta de laboriosidad.

Los parques no son ciertamente el sitio para la invasión y apiñamiento de rótulos, tan común en las áreas urbanas. En un parque, la primera regla debiera ser: mientras menos letreros, mejor. La segunda regla sería que, si se van a usar letreros, estos estén bien hechos y el sitio donde se van a poner bien seleccionado, y que sean emplazados en su posición con esmero, teniendo muy en cuenta el ambiente del parque.

Igualmente importante es la utilidad del letrero. ¿Pueden los visitantes captar el mensaje y responder a él? ¿Pueden hacerlo rápidamente y sin confusión o equivocaciones?

El administrador del parque o área de recreo que busque soluciones fáciles y letreros de bajo costo probablemente no los encuentre. En muchos países la señalización ha sido en verdad descuidada tanto por los diseñadores como por los fabricantes y, como resultado, no están muy extendidos los productos comerciales de calidad ni las técnicas modernas de señalización.

Varios países europeos, en particular Suiza, han hecho de la señalización de caminos un sistema muy perfeccionado que incluye el acopio de partes componentes que pueden solicitarse mediante catálogo. Estos mismos componentes son fácilmente adaptables a otros propósitos del parque y a la recreación.

Para los administradores que quieran realizar un programa sistematizado de letreros, pero sin gran expendio de capital, la perspectiva no es siempre brillante.

Es poco probable que los administradores de parques puedan apelar a su propia organización para obtener nuevos diseños.
Las ideas que se requieren para desarrollar un buen programa de señalización casi siempre están más allá de las posibilidades de quienes colocan y cuidan los letreros.

Esta no es labor para un pintor de carteles, ni siquiera para el más competente; es tarea de un especialista, y pocas organizaciones tienen diseñadores capacitados o con experiencia en este tipo de trabajo.
Un modo de renovar un programa en marcha consiste en solicitar los servicios de una firma de reconocida reputación en materia de señalización. Los consultores capacitados pueden ver la situación desde nuevos puntos de vista, enfocar los problemas con mayor amplitud, utilizar especialistas externos tales como arquitectos, letristas e ingenieros, según se requieran, y hacer propuestas concretas sobre las medidas a tomar.

De la evaluación de la tarea global de señalización debería derivarse un conjunto coordinado de elementos, tales como paneles, soportes, tipos de letras, colores, símbolos y materiales de superficie. Deberá prestarse atención al diseño de todos los componentes como partes de un sistema: cómo se modelan las piezas, cómo se fabrican, cómo se acoplan en una unidad, cómo se colocan en el lugar de uso.

Cuando el nuevo programa esté listo para su presentación, sus principios deberán documentarse en forma clara y sencilla para beneficio de quienes realizarán el trabajo.

Presentar impresas todas las partes del nuevo programa de señalización es una necesidad práctica esencial para su éxito.

Este paso de la documentación impresa puede generalmente efectuarse en la forma de un manual de señalización o un gráfico mural si el programa es amplio, o mediante  especificaciones en hojas de papel fácilmente multiplicables si es pequeño. Guiada así por un plan general, la organización puede avanzar paso a paso con cada nuevo letrero, contribuyendo a la cohesión del todo.

SOLEDAD DE MONTAÑA, UN PROYECTO DE VIDA HECHO REALIDAD



SOLEDAD DE MONTAÑA,
UN PROYECTO DE VIDA HECHO REALIDAD
Por:  Monica Bedoya. Interprete Ambiental.  Soledad de Montaña.

La Asociación de Interpretes Ambientales Soledad de Montaña, es una organización comunitaria integrada por 18 habitantes del corregimiento de la Florida, quienes vienen desde hace 11 años liderando procesos sociales y ambientales en la cuenca media y alta del rio Otún.

En estos 11 años la asociación ha logrado consolidarse como una experiencia que permite afirmar que las comunidades locales son aliados importantes para la conservación de las áreas naturales protegidas, además de mostrar que es posible generar desarrollo social, económico y ambiental de manera sostenible, desde que las comunidades participen de manera activa y se apropien de su territorio, soledad de montaña es un fiel reflejo que esto es posible y realizable.

La organización adelanta trabajos de educación ambiental y ecoturismo en la cuenca del rio Otún, en escenarios como el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, el Parque Regional Natural Ucumari y en el Corregimiento de la Florida.
Monica con grupo visitantes

Monica utiliza recursos del entorno como medios interpretativos.  Una hoja de araceae para describir la cuenca del río otun.