sábado, 1 de septiembre de 2012

PARQUE NACIONAL DE LA CULTURA AGROPECUARIA “PANACA” Y DECAMERON PANACA – CONSECUENCIA DE ESFUERZO PAIS Y REGION POR SER DESTINO DE CLASE MUNDIAL



PARQUE NACIONAL DE LA CULTURA AGROPECUARIA “PANACA” Y DECAMERON PANACA – CONSECUENCIA DE ESFUERZO PAIS Y REGION POR SER DESTINO DE CLASE MUNDIAL
INTRODUCCION
La región, tradicionalmente conocida como el “Eje Cafetero” ha sido durante cerca de un siglo protagonista directa de algunos de los grandes cambios y transformaciones del territorio que ha vivido Colombia durante su historia reciente.

Debido a la caída del precio internacional del café como consecuencia de la ruptura del pacto internacional entre productores y tostadores, sumado a la llegada de la broca, la perdida de cafetales por la roya,  afectando cientos de hectáreas del cultivo, la reducción en la producción y el descenso en el flujo de divisas a la región, el territorio experimenta una de las peores crisis económicas de su historia, afectando no solo a los departamentos cafeteros, si no además al país, pues con los recursos del fondo nacional de café se financiaron importantes proyectos de infraestructura que impulsaron el desarrollo nacional durante décadas.

Toda crisis genera un importante impulso por innovar y encontrar nuevas alternativas de producción.  Durante los años 90’s, la palabra “diversificación” se escuchaba en foros, se leía en la prensa y se vivía en la búsqueda de una nueva alternativa que permitiera el aprovechamiento de los suelos y las capacidades instaladas en las fincas de la región.  Pitaya, aguacates, tomate, plátano, ganadería (de leche y carne), cítricos (limón, naranja, mandarina, tangelo), granos (frijol, maíz, alverja, soya) fueron cultivos nuevos que aparecieron en los suelos cafeteros en búsqueda de nuevas oportunidades.  La Federación Nacional de Cafeteros impulsó este programa y genero oportunidades de exportación en mercados internacionales.  Al principio, con éxito, pero de nuevo, problemas fitosanitarios en las frutas afectan la exportación cerrando las puertas de los nuevos destinos comerciales.  Se agudiza la crisis y las tradicionales fincas cafeteras, de casas grandes, amplias y confortables se convierten en una carga onerosa para sus propietarios.

Estas fincas, segundas viviendas y espacios naturales de recreación de los propietarios y sus familias generaron interés en algunos sectores, especialmente de Bogotá y Valle del Cauca, interesados en visitar la región, alojándose en estas casas.

De manera incipiente, algunos cafeteros visualizan la oportunidad de “diversificar” sus ingresos en un nuevo sector económico el cual para la época no era conocido en la región como generador riqueza, el turismo.

COLOMBIA Y TURISMO. PRIMER PASO HACIA LA COMPETITIVIDAD DEL SECTOR. EL CLUSTER EJE CAFETERO.
El país ve en el turismo “el más internacional de los negocios” (Turística Ltda., 1996) entendiéndolo como una actividad lucrativa de la era moderna.  Colombia ya ha trabajado de manera incipiente el turismo sin lograr un posicionamiento en el mercado internacional de imagen y productos que la definan.  Deficiencias en la prestación del servicio, escasa información para tomar decisiones acertadas, desconocimiento de los mercados emisores, poca coordinación entre lo público y lo privado, un entorno nada favorable, aumentado por las consecuencias del narcoterrorismo marcan un tiempo en donde no se reconocían ni aprovechaban las “ventajas comparativas que hacen que el producto turístico colombiano, en general, no sea competitivo” (Turística Ltda, 1996).

En el año de 1996 se culmina el “estudio de competitividad del sector turismo” el cual presenta un capitulo referido al Eje Cafetero, presentándolo de la siguiente manera …”El Eje Cafetero incluye los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, lo que se suele denominar como el Viejo Caldas, región que tradicionalmente estuvo caracterizada por el cultivo del café.  La región es escenario desde hace pocos años de un modelo de actividad turística particular, el agroturismo en fincas cafeteras, que se basa en una oferta de paisaje, ambiente rural y arquitectura tradicional de la zona.  Los turistas, en lugar de alojarse en un hotel convencional, pernoctan en una vivienda típica, buscando conocer y experimentar la forma de vida y la cultura de los habitantes de la región, en mayor cercanía con la naturaleza, las actividades del campo y eventualmente haciendo algunos recorridos por la zona” (Turística Ltda, 1996).  Esta descripción base, es un punto de partida fundamental para entender lo que seria luego el desarrollo competitivo del clúster, en particular el departamento del Quindío y de la llegada y posicionamiento de parques como PANACA  que encontraron en este territorio la oportunidad de innovar con un producto autentico y diferenciador para la época.

MUROS CAIDOS, UN FUTURO POR CONSTRUIR
El 25 de enero de 1999, luego de la una de la tarde, el presente y futuro de la región cafetera se enfrenta a una dura realidad.  Cerca de 1300 personas mueren durante el terremoto y su replica.  Municipios de Quindío (el departamento más afectado), Risaralda, Caldas y el Valle del Cauca sufren importantes daños en su infraestructura, en particular en aquella que define, a través de la arquitectura, el patrimonio cultural inmueble de la región.  Edificios, viviendas, fincas son afectados o destruidos por el movimiento sísmico.  Desesperanza y dolor están entre los pobladores, quienes sufren la afectación en sus vidas y bienes.

Pero de nuevo, con el ánimo y talante que caracteriza a los pobladores del Eje Cafetero, la reconstrucción inicia.  Recuperar el tejido social que hace posible la estructura de vida local se convierte en una prioridad.  El turismo es visto entonces como la gran oportunidad de generación de ingresos a corto plazo.  El Departamento del Quindío no ahorra esfuerzos en entender la nueva dinámica de este sector económico, definiendo como objetivo central de su nuevo plan de desarrollo turístico “Quindío, destino del nuevo milenio” …”Consolidar un modelo de desarrollo turístico competitivo que convierta el sector en un elemento básico de la economía del Departamento del Quindío” (Turismo, 2000).

A partir de una mejor planeación del destino y la suma conjunta de esfuerzos motivada por la tragedia se catapulta al Quindío como un destino que se reconoce como autentico y que proyecta una nueva imagen de producto que lo posiciona en el mercado nacional y lo impulsa en la búsqueda de los mercados emisores internacionales.

PARQUES TEMATICOS. QUINDIO Y EL DESARROLLO DE NUEVOS ATRACTIVOS
En 1995 se inaugura, en el municipio de Montenegro, el Parque Nacional del Café, como un homenaje al producto y la cultura cafetera.  Se da inicio a la nueva oferta de parques temáticos en el Quindío.  Un nuevo flujo de visitantes llega a la región, motivado por la novedad, el paisaje y el encuentro con la tradición cafetera, expresada en salas de museo, senderos temáticos y el fabuloso paisaje del piedemontes andino a los pies de la vertiente oriental de la cordillera central.

Pocos años después, un grupo de empresarios antioqueños ve en el Quindío la oportunidad de crear una nueva alternativa de entretenimiento, por lo cual deciden establecer un parque temático en torno a las actividades agropecuarias, generando con ello la respuesta al “disfrute de lo elemental” (www.panaca.com.co), posicionando la que hoy es su reconocida imagen de marca “sin campo no hay ciudad”. Nace entonces, un 7 de diciembre de 1999, el parque PANACA.

PANACA, LA IMAGEN DE UNA MARCA
Aunque PANACA es hoy un “parque temático de gran formato, lleno de diversión e interacción con el campo… donde se encuentran exhibiciones, estaciones temáticas y una importante colección de zoología domestica” (www.panaca.com.co) catalogada como una de las más grandes del mundo, es también una marca con tres sedes, dos en Colombia y próximamente una en México y una clara imagen definida en el slogan “sin campo no hay ciudad”, la cual refiere siempre a sus visitantes a un escenario de paisaje, cultura agropecuaria y diversión.

DECAMERON PANACA. CONSOLIDANDO ESTRATEGIAS DE ACCESO A MERCADOS E INNOVACION EN EL SERVICIO
La intuición, el análisis y sin duda un férreo impulso emprendedor, muy seguramente acompaño a los gestores de PANACA desde los inicios de su negocio.  Reconocer un espacio rural en el municipio de Quimbaya, distante 9 kilómetros de la cabecera municipal, cuyo acceso inicial era una vía terciaria en regular estado y proyectar una visión de negoció, tan importante y significativa como lo es hoy, es sin duda un claro ejemplo del empresario visionario.

En sus inicios, la gestión entre la intensión privada y la voluntad de un municipio que requería y debía estimular nuevas alternativas de ingreso y generación de empleo, cimentaron las bases de un ambicioso proyecto.  Estaciones, exhibiciones, fauna domestica, el paisa de la cuenca del río la vieja, la serranía de los churumbelos alzándose al oriente del parque, los cambiantes tonos de verdes del Quindío, un clima cálido y relativamente seco sentaron la base de la oferta turística de este parque, el cual, requiere de un día completo para disfrutarlo plenamente. 

Estos escenarios, generan una oferta de entretenimiento que configura ingresos por taquilla, venta de alimentos, concesión de espacios comerciales y servicios complementarios.  Entender el negocio, llevo a PANACA  a presentar una alternativa de alojamiento muy particular, orientada a aquellos visitantes que se desplazaban desde destinos remotos y requerían descansar antes de su regreso.  Durante años, las “malocas” de Panaca fueron utilizadas, tanto por visitantes nacionales, como por los participantes en las reconocidas vacaciones recreativas, en las cuales jóvenes de diversos lugares del país se internaron para vivir una divertida experiencia en la región cafetera.  Hasta Max Steel tuvo que ver en PANACA, pues durante un tiempo fue la imagen de una experiencia de aventura y diversión en el parque.

Luego, el Hotel Panaca se crea como un lugar de alojamiento en el espacio rural, que acercará el mercado al parque y generará un nuevo ingreso para sus propietarios.  Como muchos otros alojamientos rurales de la región, tanto el parque, como el Hotel PANACA seguramente entendieron que ellos son parte del destino y no el destino.

Integrar la oferta de servicios de PANACA con la cadena DECAMERON, es sin duda una decisión estratégica que ha impulsado no solo la oferta del parque temático, si no además el posicionamiento de la oferta destino.  Las herramientas de comercialización en la red, la avanzada comercial de Decamerón en el mundo y la generación de experiencias significativas en el destino a través de la operadora “Decamerón Explorer” posibilita que exista una mayor penetración en los mercados nacionales e internacionales, así como puesta en valor de la oferta turística del territorio cafetero.  16 planes de viaje operados desde el hotel, posibilitan a sus huéspedes experiencias turísticas en 4 departamentos, aprovechando la accesibilidad vial, las distancias cortas y la innegable calidad de la oferta turística de una región. 

Esta sumatoria de hechos históricos, decisiones y oportunidades garantiza que este lugar este superando la estacionalidad turística, proyecte su mercado a un segmento de alto nivel garantizando con ello los ingresos necesarios para la sostenibilidad de un negocio que cada ves más demuestra que el sueño que nació en una hamaca es hoy un negocio a la altura de un destino de clase mundial.


BIBLIOGRAFIA
Turística Ltda, proyectos & inversiones. (1996).
Capitulo 2. Clúster eje cafetero. Ministerio de Desarrollo Económico.  Estudio de competitividad del sector turismo – Tomo II.  (pp. 55-87). Bogotá. La Imprenta nacional de Colombia.

Turismo, gerencia de. (2000)
Plan de desarrollo turístico del Departamento del Quindío. Gobernación del Quindío.  (pp. 47)