miércoles, 30 de noviembre de 2011

LA HISTORIA DE TOMAS, EL AULLADOR QUE ENCONTRO UN NUEVO HOGAR



 LA HISTORIA DE TOMAS, EL AULLADOR QUE ENCONTRO UN NUEVO HOGAR
Por.  César Augusto Angel Valencia.



Ya en la reserva natural, Tomás decide que el Interprete Ambiental cuente su historia.  Si los dragones la conocen, tal vez dejen de hablar por las bocas de fuego que hacen “PUM! PUM!

Tomás sabe que el Interprete Ambiental conoce el lenguaje de la naturaleza, es un lector de ella.  Él lo conoce desde que los dragones lo llevaron a este sitio, pues aprendió a escucharlo, a entenderlo.  El guía, aprendió con Tomás a leer la naturaleza.  Él entiende el idioma de los dragones y está seguro que puede transmitir el mensaje que Tomás quiere enviarles.

El hogar de Tomás son los bosques, él es un mono aullador rojo, un cantor de selvas, un grito vivo y libre en la obscuridad del monte.

Hace un año, Tomás recorría las copas de yarumos e higuerones en la espalda de su madre, en compañía de su familia, “¡la manada!”.  Tías,  tíos, primos, primas, todos juntos seguían el camino de su gran padre, el macho grande del grupo, su líder.  El “ALFA” como le escucho decir tiempo después a los dragones.

El Interprete está listo para escuchar a Tomás. Sube a aquel higuerón gigante, el sitio social del bosque, pues es el restaurante donde se reúnen los amigos a compartir la cena en la noche.

La luna resplandecía.  Era una magnifica noche.  Sobre el Higuerón, Tomás ocupaba el puesto que había ganado después de tanto sufrimiento.  Junto a él, su nueva manada, aquella donde finalmente pudo crecer libre hasta ser su líder.  Ahora, rodeado por sus hijos y esposa, el atento Interprete Ambiental, el cusumbo, el gallito de roca, el mono de noche, y otros amigos esperaban con ansiedad aquella revelación.  Tomás, mirando el tono de la luna entre las sombras que dan las hojas de tan majestuoso árbol, suspira, y toma aliento para tan triste historia que esta por relatar.

Recuerda, Tomás,  una noche muy parecida; estaba en el regazo de su madre, como lo había hecho desde sus primeros días.  Su familia reunida en aquel árbol, disfrutaba de una cena de frutos maduros,  hojas tiernas, algunas raíces y como postre, flores y semillas.

La reunión era de gran importancia para todos. Allí su padre, cada noche, los reunía para enseñarles los secretos de la selva lluviosa.  Un día nos enseño donde comer y donde no.  Nos hablaba de amigos y enemigos, de enfermedades y sus curas, de la familia y lo fuertes que éramos unidos.

Ese día, al convocarnos, nos ha dicho que estábamos listos para hablar de nuestros enemigos.  Ya conocíamos sobre el jaguar, de quien su rugido se escucha cada noche en la distancia. Pero hoy, el turno correspondía a un depredador más peligroso, el más temido por los seres de la selva, el dragón que tenía dos bocas de fuego y que cuando hablaba hacia ¡PUM! ¡PUM!

Escuche a mi padre imitar el horrible rugido del dragón ¡PUM! ¡PUM!.  Nunca lo había escuchado, pero al imaginarlo sentí tal temor que me refugie bajo los brazos de mi madre, quien accedió con un abrazo apretadito y cálido.

Así era mi madre; tierna, complaciente, consejera.  Desde que nací, no me había separado de ella. Viajabamos entre los árboles siguiendo a la familia.

Nunca olvidare sus ojos.  Cuando el jaguar rugía, me miraba, me apretaba y presurosa corría hacia la parte más alta de los árboles.  Allí, siempre había refugio seguro.

Mi madre y mi padre, me mostraban el camino que debía recorrer para hacer de mí, el macho líder de mi propia manada.

Una mañana, de aquellas en las que el sol lucha con la niebla para iluminar la selva, donde las aves despiertan a todos con su canto, el ruido de unas ramas rotas en el suelo genero un silencio aterrador.

Nadie se movía, nadie cantaba; Todos atentos; de repente un grito; es el dragón!, el de bocas de fuego que cuando habla hace ¡PUM! ¡PUM!.

Mi padre nos alerta, Mi madre presurosa y ágil trepa los árboles, corre entre las ramas como nunca la había visto.  Su destreza me impresiona, su corazón late con más fuerza que nunca. La manada sigue a su líder y está atenta a sus instrucciones.  La fuga es urgente, el riesgo es real.

El silencio es perturbado por la voz del dragón ¡PUM! ¡PUM! todos estamos aterrados.

El líder toma una decisión, para defender la manada debe enfrentar al enemigo.  Durante unos segundos lo vemos correr hacia los árboles. En la distancia, recuerdo hoy, fue la última vez que lo vi.

De nuevo la voz del dragón ¡PUM! ¡PUM!.  La selva en silencio, el corazón de mi madre latía con más fuerza.  Me mira y veo sus ojos tristes.  No dice nada; corre, ¿pero hacia donde? No tenemos líder. No sabemos qué hacer.

De nuevo esa voz ¡PUM! ¡PUM!.  Silencio.  Veo a mi madre.  Sus ojos llorosos.  No dice nada.  Se aferra con fuerza a la rama.  Sus fuerzas decaen, está débil, no se sostiene..CAEMOS!!

Mamaaaa!!!!? No me habla.  Ya no escucho su corazón.  Siento pasos, el dragón se acerca, lo veo, me agarra.

Nunca volví a ver a mi madre.

El dragón me encierra en un nido de ramas fuertes, imposibles de romper.  Las muerdo y las jalo.  Solo logro herirme.Tengo miedo.

El dragón me lleva a su cueva. No sé donde estoy ni que me puede pasar.

Otros dragones llegan y nos observan, nos tocan.  Hablan entre ellos.  Uno nuevo, desconocido hasta ahora, toma el nido y lo lleva consigo.  Junto a él, un dragón pequeño me mira con gran curiosidad. Quiere abrazarme, pero no me dejo.

Ingresamos a otra cueva.  Allí tienen un nido construido con ramas similares.   Tengo hambre.

Los dragones me ofrecen semillas de colores que nunca había visto.  No las como.  Mi padre me enseño a no recibir comida de extraños!; Cada vez estoy más débil.

Entonces, enfermo. Me llevan donde otros dragones.  Este es un lugar extraño.  Hay muchos seres del bosque, algunos nunca los había visto. 

Estos dragones, conocen las recetas de mamá.  Me ofrecen frutos y semillas, flores y raíces como las de casa.

En este lugar los nidos son más cómodos.  Se parecen a mi casa.

Ellos me sacaron del nido que "encierra" y me trajeron a esta reserva natural.  Aquí encontré a otros como yo.  Todos somos huérfanos.  A todos nos atacó algún  dragón de bocas de fuego.

Aquí hay dragones veterinarios, biólogos, educadores y otros.

Con ellos aprendimos a comunicarnos.  Entendimos que no todos los dragones son malos y que solo unos pocos tienen bocas de fuego que hacen ¡PUM! ¡PUM!.

Aquí conocí a mi esposa, tuve a mis hijos y conforme mi manada.  En este lugar, hay dragones que nos cuidan y nos respetan.  Esta selva está aquí para protegernos y quienes aquí vivimos nos sentimos seguros.

Hoy soy el líder y comparto esta cena con ustedes, así como alguna vez lo hiciera mi padre, solo que hoy nos reunimos con un dragón, uno bueno, sin bocas de fuego que hacen ¡PUM! ¡PUM! nuestro nuevo amigo y protector el Interprete Ambiental.

Soy Tomás, el mono aullador que fue robado de su familia, quien vio desaparecer a su padre y a su madre.  A ustedes les digo, vivan libres en la selva, amen a su familia y cuenten esta historia a sus hijos.  Enseñen a los dragones a respetarnos, a protegernos y a conocernos en nuestro hogar. La selva.



domingo, 6 de noviembre de 2011

ME DECLARO MONTAÑERO!!! TE SUMAS?




Vivimos en la cordillera de los Andes, sur  de América, entre cordilleras y arriba de  los 1000 metros  sobre el nivel del mar.  Por eso...

 SOY MONTAÑERO, ORGULLOSO DE VIVIR, CRECER EN MI TIERRA Y CREER SIEMPRE EN EL "SI SE PUEDE",

 SOY DE ESOS MONTAÑEROS OPTIMISTAS COMO LOS ABUELOS, DONDE HAY PROBLEMAS SIEMPRE HAY OPORTUNIDADES, DONDE LA FAMILIA PRIMERO Y SE RESPETA AL PRÓJIMO.

SOY UN MONTAÑERO ORGULLOSO QUE COMPARTE EN ESTA COMUNIDAD VIRTUAL AQUELLO EN LO QUE CREO Y POR LO CUAL TRABAJO.

COMPARTO CON AMOR EL TRABAJO CON NUESTRAS COMUNIDADES Y VEO EL TURISMO DE NATURALEZA COMO UNA REAL OPORTUNIDAD PARA QUE NUESTRO TERRITORIO GENERE NUEVAS OPCIONES DE DESARROLLO QUE NO DETERIOREN NUESTRO PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL.

SOY UN MONTAÑERO APASIONADO POR LOS CAMBIANTES VERDES DE NUESTROS VALLES Y MONTAÑAS, POR EL SABOR DE LOS FRUTOS DE NUESTRA TIERRA, POR LOS PAISAJES, LA DULZURA DE LA GENTE Y SU TRATO AMABLE CON PROPIOS Y EXTRAÑOS.

SOY UN MONTAÑERO TERCO, DE LOS QUE CREE QUE TODOS SI SUMAMOS, QUE JUNTOS SI PODEMOS Y QUE EN RED SE TRABAJA EN EQUIPO.

SOY UN MONTAÑERO QUE LOS INVITA A COMPARTIR ESTAS MONTAÑAS, A VISITAR NUESTROS PUEBLOS, A RECORRER NUESTROS CAMINOS, ESCUCHAR NUESTRA MÚSICA, DISFRUTAR DE NUESTROS PAISAJES, Y A LOGRAR QUE EL TURISMO SEA UN GENERADOR DE OPORTUNIDADES PARA TODOS.

SOY ESE MONTAÑERO QUE LOS ESPERA EN ESTAS MONTAÑAS, PARA COMPARTIR MI MAYOR RIQUEZA, LA FELICIDAD DE SER COLOMBIANO!!!


domingo, 18 de septiembre de 2011


CABO SAN JUAN DE GUÍA  De pié, de frente al mar y a mi espalda, la tenue sombra de la sierra nevada.  La luna brilla y la espuma del mar me recuerda el origen de la vida en la tierra.  De repente me siento inferior...., estoy en la casa del hermano mayor, el lugar donde se creo el mundo..... recuerdo entonces el mito Kogi de la creación.  Suspiro y sé, mi misión es contar la historia que a mi oido susurra la montaña, en un lenguaje que solo los interpretes entendemos y que como guías podemos transmitir a nuestros visitantes...



"Primero estaba el mar. Todo estaba oscuro. No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas. Sólo el mar estaba en todas partes. El mar era la madre. Ella era agua, era río, laguna, quebrada y mar. Así, primero sólo estaba LA Madre. La madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna. Ella era alúna. Ella era espíritu de lo que iba a venir y ella era pensamiento y memoria. Así la Madre existió sólo en alúna, en el mundo más abajo, sola.

Entonces se formaron los mundos. Eran nueve mundos y se formaron así: primero estaba la Madre y el agua y la noche. No había amanecido aún. También existía un Padre. Ellos tenían un hijo. Pero ellos no eran gente, ni nada, ni cosa alguna. Ellos eran alúna. Eran espíritu y pensamiento. Entonces se formó un segundo mundo más arriba. Y empezó a haber gente. Pero no tenían huesos, ni fuerza. Eran como gusanos y lombrices.

Entonces se formó el cuarto mundo. Había una Madre y un Padre. Este Padre fue el primero que sabía ya cómo iba a ser la gente de nuestro mundo, que iban a tener cuerpo, piernas, brazos y cabezas. Entonces se formó el quinto mundo. Ya había gente pero aún le faltaban las orejas, los ojos y las narices. Sólo tenían pies. Entonces se formó el sexto mundo.

La Madre y el Padre ya iban formando un cuerpo entero con brazos, pies y cabeza. Entonces empezaron a nacer los Dueños del Mundo y sé dividió el mundo en dos lados: el Azul y el Negro.

Se formó el séptimo mundo y empezó a formarse sangre de la gente. Ya vivió todo lo que iba a vivir luego en nuestro mundo. Entonces se formó el octavo mundo. Nacieron los 36 Padres y dueños del Mundo. Lo que iba a vivir luego no estaba aún completo, pero ya casi porque aún no había amanecido.

Entonces se formó el noveno mundo. Los Padres del Mundo encontraron un árbol grande y sobre el agua hicieron una casa. Pero aún no había amanecido.

Así fue como nació Sintána, el primer hombre. La Madre se arrancó un pelo del pubis y lo untó con la sangre de su mes. Soplando le dio vida. Primero nació el dedo grande de su pie y por fin la cabeza. Cuando nació Sintána la madre no tenía marido, era un bastón de madera y con éste, ella se hacía la cosa (se masturbaba).

La Madre parecía entonces como un hombre. Tenía barba y bigote y llevaba poporo, como los hombres. Ordenó a sus hijos a hacer oficios de mujer. Eso no estaba bien. Así los hijos no la respetaban. Pero un día, la Madre entregó sus poporos a sus hijos y también bigote y barba. Se puso a traer agua ella misma, a cocinar y a lavar ropa. Así estaba bien y sus hijos la respetaban.

Pero aún no había mujeres. Cada hijo estaba casado con una cosa: uno con la olla, otro con el telar, otro con la piedra de moler. Ellos no sabían qué era mujer. Se masturbaban y pensaban que era mujer. Entonces Sintána cogió el palito de su poporo y puso en el ombligo de la Madre un pelo, una uña de ella y una piedra chiquita, y los hizo entrar en el cuerpo de la Madre.

Así la Madre parió nueve hijas, las nueve tierras. Sintána dijo a la Madre: “Madre, dame una de tus hijas como mujer. La Madre le dio las distintas Tierras menos la negra y éstas no servían. Sintána dijo: “Madre, dame buenas tierras”. Pero la Madre dijo: “no tengo más hijas”. Pero no era verdad. La Madre tenía todavía la Tierra Negra encerrada. Y cuando Sintána bailó y cantó, la Tierra Negra salió. Sintána la cogió, se fueron. Cuando la Madre se dio cuenta mandó su Cabo, el Lagarto, para perseguir a los dos. Pero ellos ya están lejos. El Lagarto iba buscando en todas partes. Pero la misma Madre que denunció a su hijo, al mismo tiempo lo defendió.

Todos lucharon para salvar a Sintána y a la Tierra Negra. Por fin los padres llegaron con Sintána a donde estaba la Madre. La saludaron. “¿Adónde está mi hijo?” preguntaba la Madre. “Aquí está”, dijeron. Sintána dijo: “Madre, tuve mucho miedo. Casi me cogieron y casi me perdí”. Entonces dijo la madre: “No te afanes, mi hijo. Siempre te voy a salvar. Nunca tengas miedo”. Entonces Sintána empezó a llorar. Fue la primera vez que la gente lloró."

miércoles, 7 de septiembre de 2011


Por: JUAN GOSSAÍN / CARTAGENA DE INDIAS | 9:28 p.m. | 06 de Diciembre del 2010/ El Tiempo

El alcatraz que vuela entre mis sueños lleva en su enorme pico una quimera... (Walt Whitman, Hojas de hierba).
 

Una mañana de mayo pasado, los viejos madrugadores del pueblo de Marytown, perdido en las costas que bordean el sudeste de los Estados Unidos, se levantaron como todos los días a echarles unas migajas de pan a los pájaros marinos que merodean con mansedumbre por los patios y que se han ido convirtiendo en sus amigos.

Lo que vieron los dejó espantados: las gaviotas de cabeza negra, que son tan bellas, también tenían negro el plumaje. Del pico les goteaba una mancha babosa. No podían levantar el vuelo de la arena, con las patas hundidas en una masa de chapapote pastoso, como el asfalto cuando se derrite. Una de las gaviotas miró a la gente pidiendo ayuda.

Según cuentan los testigos, más allá de la playa, cerca del río, tres garzas morenas habían muerto con los ojos despepitados. El guiso espantoso que navegaba corriente abajo, matando todo lo que se le atravesara, era la mezcolanza de petróleo crudo de la empresa British, que cayó pocos días antes a las aguas del Golfo de México.

A esa misma hora los alcatraces de la bahía de Santa Marta, al norte de Colombia, desayunaban su ración cotidiana de buñuelos de carbón. El periodista Antonio José Caballero, grabadora en mano, esperaba en la playa el regreso de los pescadores que habían salido a trabajar temprano. Mientras aguardaba, la cámara de su teléfono celular retrató la pala enorme de un barco carbonero que arrojaba al mar el polvo negro que sobró en las bodegas.

A esa misma hora, en las playas legendarias de Juanchaco y Ladrilleros, cerca de Buenaventura, los lancheros de cabotaje que llevan carga y pasajeros por los pueblos que se arraciman en las orillas del Pacífico limpiaban sus motores preparándose para un nuevo día de trabajo. Como si fuera la cosa más natural del mundo, arrojaban al mar el contenido de unos tanques repletos de residuos de gasolina, queroseno y diésel. Un langostino magnífico, que medía un jeme, iniciaba el día tomándose su primera taza de combustible. Cuando vi la fotografía en El País de Cali me dieron ganas de echarme a llorar.

A esa misma hora, en la zona industrial de Cartagena de Indias, abierta sobre la bahía del Caribe resplandeciente, los trabajadores de una compañía empacadora se sentaron a desayunar en los comedores de su empresa. En ese momento volvieron a ver, como venía sucediendo en las mañanas más recientes, que una nata de tizne cubría la superficie del café con leche, y que una mermelada negra, tan semejante al betún de limpiar zapatos, se había pegado al pan y al queso blanco.

Entonces, no aguantaron más. Se levantaron todos, sin que nadie los hubiera convocado, y comenzaron a golpear los platos contra los mesones. La algarabía se oyó en media ciudad. Las autoridades ambientales ordenaron el cierre de un muelle vecino, que se dedica a cargar carbón a cielo raso, sin mayores precauciones ni cuidados, sin tubos cerrados ni conductores protegidos. Seis días después el muelle fue reabierto.

A esa misma hora, en la región acuática de La Mojana, que cubre un gigantesco territorio húmedo de los departamentos de Bolívar, Sucre y Antioquia, bajaban resoplando los ríos Cauca y san Jorge, que se desbordan en caños y ciénagas. El apóstol Ordóñez Sampayo, que se ha gastado la vida defendiendo de la contaminación a campesinos, cosechas y animales, apareció en la plaza de Guaranda con el dictamen médico en la mano: los doctores certificaban que los tres niños que nacieron deformes tenían mercurio en el sistema sanguíneo.
El terrible mal de Minata, como lo saben los japoneses, porque las empresas en cualquier parte del mundo, en Tokio o en Majagual, arrojan porquerías químicas a las corrientes, y primero se pudren las aguas, y después nacen degenerados los peces y los camarones, y después nacen sin ojos los niños cuyas madres, en aquellos caseríos extraviados de la mano de Dios, consumen esa agua y esos pescados.

En las cabeceras de ambos ríos, las compañías mineras, que buscan oro entre la tierra, hacen sus excavaciones con un sancocho de mercurio y ácidos. Arroyos y acequias se llevan el mazacote. Los bocachicos mueren con la boca abierta en los playones. Las espigas de arroz no volvieron a crecer.
En medio del desastre causado por las inundaciones, y como si fuera poco, las yucas harinosas de antes florecen ahora con un hongo químico a manera de cresta. El hambre campea entre los pocos ranchos que no se ha llevado el invierno. Las emanaciones de las lagunas huelen a lo mismo que huele un laboratorio de detergentes.

Hay que decir, también, que los empresarios mineros se defienden diciendo que Ordóñez Sampayo está loco. Claro que está loco: ningún hombre cuerdo expone su pellejo ni dedica su vida entera a defender a un ruiseñor, una mojarra, un plátano pintón, una mazorca de maíz o a una mujer embarazada que carga un fenómeno en el vientre.

Epílogo

Aquella mañana, cuando los pescadores de Santa Marta regresaron a la playa, el periodista Caballero los acompañó en su tarea de descamar y abrirles el buche a los escasos pescados que traían.

-¿Qué es eso? -preguntó, intrigado, al ver unas bolas negras en el estómago de un bagre.

-Carbón, amigo -le contestó uno de ellos, levantando el animal-. Pelotas de carbón. Eso es lo que comen ahora.

Caballero tomó más fotografías y se las llevó a algunos funcionarios de la industria carbonera.

-No se preocupe -le contestó el gerente-. Vamos a construir un nuevo muelle de última generación.

-No lo dudo -dijo el reportero, con una mueca de dolor que parecía sonrisa-. No lo dudo: será la última generación.

El día que Caballero me contó esa historia, y me enseñó sus fotografías, ya no sentí ganas de echarme a llorar, como la vez aquella del langostino bañado en combustible. Lo que sentí ahora fue rabia. Cuando ya no quede una sola hoja de acacia, cuando el último pulpo haya muerto atragantado con ácido sulfúrico y cuando nuestros nietos nazcan con un tumor de carbón endurecido en la barriga, entonces será demasiado tarde. Dispondremos de computadores infrarrojos de última generación, pero ya no habrá agua para beber; los celulares de rayos láser se podrán comprar en las boticas, pero el sol no volverá a salir; los niños encontrarán el algoritmo de 28 a la quinta potencia con solo cerrar los ojos, pero dentro de 20 años no sabrán de qué color era una golondrina.

Los invito a todos a ponerse de pie antes de que se marchite el último pétalo. Usen el arma prodigiosa del Internet para protestar. Hagan oír su voz. Que el correo electrónico de los colombianos sirva para algo más que mandar chistes y felicitaciones de cumpleaños. Porque, si seguimos así, el día menos pensado no quedará nadie que cumpla años. Ni quién envíe felicitaciones.

JUAN GOSSAÍN

lunes, 5 de septiembre de 2011

Guianza centrada en el guía


Guianza centrada en el guía


Por:   Jon Kohl's Heritage/Patrimonio Interpretation International


El fin de semana pasado mi familia y yo visitamos una reserva privada de bosque lluvioso en el lado caribeño de Costa Rica. Caminamos con un guía naturalista altamente experimentado, especialmente con las aves. Viajó con binoculares, un foco, un celular y un ligero impermeable. Eso fue todo en cuanto a su equipo. Entonces, le pregunté, “¿Dónde está tu guía de aves?”
            Sonrió, “No la necesito.”
            Respondí, “En realidad no estaba preguntando por ti. 
Estaba preguntando por sus   visitantes.”

En la educación nos referimos mucho al concepto de la educación centrada en el maestro o en el estudiante, donde la primera representa una mentalidad que coloca al maestro al centro de su consideración (http://sites.google.com/site/escueladehoy/para-el-maestro-cubano/2---una-pedagogia-centrada-en-el-alumno). 

El maestro enseña lo que a él le gusta, selecciona las lecciones y actividades que ofrecen la mayor satisfacción para él, usa una sola presentación para todos ya que es más conveniente que usar varias presentaciones para diferentes estudiantes, y diseña el aula para enfatizar su poder y autoridad.

            La pedagogía centrada en el alumno es el contrario: el maestro selecciona materiales basados en los deseos y necesidades de los estudiantes, varía las lecciones y estrategias según las necesidades de diferentes estudiantes, diseña el espacio y opta por tecnologías que acomodan los diferentes estilos de aprendizaje, y muchas veces comparte el poder al involucrar a los mismos estudiantes en la toma de decisión fundamentado en la idea de que entre más las sesiones cumplan con las necesidades y deseos de los estudiantes, más ellos se beneficiarán.

            La guianza se parece muchísimo. Muchos guías están centrados en ellos mismos. Hablan y hablan y hablan para promoverse, para alimentar sus egos y cumplir con sus propias necesidades y sesgos. Sam Ham les dicen sabelotodos, quienes hablan demasiado para ostentar su profundo conocimiento, soliendo a mencionar información de mucho interés para el mismo guía. 

Un guía centrado en él mismo no investiga a sus visitantes, simplemente los trata a todos como si fueran igualitos. No porta equipo que podría aumentar la experiencia del visitante tal como guías de aves para mostrarles a los visitantes, objetos para facilitar la interpretación de conceptos desafiantes, otras prendas de ropa o agua o confites o bloqueador para llenar las necesidades de los visitantes (ver mi artículo sobre el buen equipo de un guía intérprete,  www.jonkohl.com/publications/legacy-pubs/gadgets-espanol.htm).

            Podrían ser las personas más amables del mundo (de hecho, nuestro guía estuvo muy amistoso) y extremadamente conocedor (y nuestro guía me impresionó repetidamente con su conocimiento) pero en última instancia, ellos estructuran y ejecutan sus programas y tours centrados en sus propias necesidades y deseos, no los de sus visitantes. Y esto, estimados lectores, constituye una fórmula para tener experiencias perjudicadas.


lunes, 1 de agosto de 2011

MEDIOS INTERPRETATIVOS. VALLAS - SEÑALIZACION





SEÑALIZACION EN LA INTERPRETACION
Por Vincent Gleason. Tomado de PARQUES, 1976, Vol. 1, no. 1
  
Las vallas o letreros son cosa básica. Ellos comunican, o debieran comunicar, direcciones de tráfico y otras informaciones esenciales dondequiera que un administrador de parques o áreas recreativas tenga que relacionarse con gran número de visitantes.

Hay poca duda, sin embargo, acerca de la escasez de buenos letreros o de la gran cantidad de letreros malos. En los parques el paisaje se ve aún afectado por el abandono crónico del arte de pintar carteles, aunque rara vez por falta de laboriosidad.

Los parques no son ciertamente el sitio para la invasión y apiñamiento de rótulos, tan común en las áreas urbanas. En un parque, la primera regla debiera ser: mientras menos letreros, mejor. La segunda regla sería que, si se van a usar letreros, estos estén bien hechos y el sitio donde se van a poner bien seleccionado, y que sean emplazados en su posición con esmero, teniendo muy en cuenta el ambiente del parque.

Igualmente importante es la utilidad del letrero. ¿Pueden los visitantes captar el mensaje y responder a él? ¿Pueden hacerlo rápidamente y sin confusión o equivocaciones?

El administrador del parque o área de recreo que busque soluciones fáciles y letreros de bajo costo probablemente no los encuentre. En muchos países la señalización ha sido en verdad descuidada tanto por los diseñadores como por los fabricantes y, como resultado, no están muy extendidos los productos comerciales de calidad ni las técnicas modernas de señalización.

Varios países europeos, en particular Suiza, han hecho de la señalización de caminos un sistema muy perfeccionado que incluye el acopio de partes componentes que pueden solicitarse mediante catálogo. Estos mismos componentes son fácilmente adaptables a otros propósitos del parque y a la recreación.

Para los administradores que quieran realizar un programa sistematizado de letreros, pero sin gran expendio de capital, la perspectiva no es siempre brillante.

Es poco probable que los administradores de parques puedan apelar a su propia organización para obtener nuevos diseños.
Las ideas que se requieren para desarrollar un buen programa de señalización casi siempre están más allá de las posibilidades de quienes colocan y cuidan los letreros.

Esta no es labor para un pintor de carteles, ni siquiera para el más competente; es tarea de un especialista, y pocas organizaciones tienen diseñadores capacitados o con experiencia en este tipo de trabajo.
Un modo de renovar un programa en marcha consiste en solicitar los servicios de una firma de reconocida reputación en materia de señalización. Los consultores capacitados pueden ver la situación desde nuevos puntos de vista, enfocar los problemas con mayor amplitud, utilizar especialistas externos tales como arquitectos, letristas e ingenieros, según se requieran, y hacer propuestas concretas sobre las medidas a tomar.

De la evaluación de la tarea global de señalización debería derivarse un conjunto coordinado de elementos, tales como paneles, soportes, tipos de letras, colores, símbolos y materiales de superficie. Deberá prestarse atención al diseño de todos los componentes como partes de un sistema: cómo se modelan las piezas, cómo se fabrican, cómo se acoplan en una unidad, cómo se colocan en el lugar de uso.

Cuando el nuevo programa esté listo para su presentación, sus principios deberán documentarse en forma clara y sencilla para beneficio de quienes realizarán el trabajo.

Presentar impresas todas las partes del nuevo programa de señalización es una necesidad práctica esencial para su éxito.

Este paso de la documentación impresa puede generalmente efectuarse en la forma de un manual de señalización o un gráfico mural si el programa es amplio, o mediante  especificaciones en hojas de papel fácilmente multiplicables si es pequeño. Guiada así por un plan general, la organización puede avanzar paso a paso con cada nuevo letrero, contribuyendo a la cohesión del todo.

SOLEDAD DE MONTAÑA, UN PROYECTO DE VIDA HECHO REALIDAD



SOLEDAD DE MONTAÑA,
UN PROYECTO DE VIDA HECHO REALIDAD
Por:  Monica Bedoya. Interprete Ambiental.  Soledad de Montaña.

La Asociación de Interpretes Ambientales Soledad de Montaña, es una organización comunitaria integrada por 18 habitantes del corregimiento de la Florida, quienes vienen desde hace 11 años liderando procesos sociales y ambientales en la cuenca media y alta del rio Otún.

En estos 11 años la asociación ha logrado consolidarse como una experiencia que permite afirmar que las comunidades locales son aliados importantes para la conservación de las áreas naturales protegidas, además de mostrar que es posible generar desarrollo social, económico y ambiental de manera sostenible, desde que las comunidades participen de manera activa y se apropien de su territorio, soledad de montaña es un fiel reflejo que esto es posible y realizable.

La organización adelanta trabajos de educación ambiental y ecoturismo en la cuenca del rio Otún, en escenarios como el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, el Parque Regional Natural Ucumari y en el Corregimiento de la Florida.
Monica con grupo visitantes

Monica utiliza recursos del entorno como medios interpretativos.  Una hoja de araceae para describir la cuenca del río otun.


martes, 19 de julio de 2011

NAI International Conference - PANAMA 2011

La Asociación Nacional de Interpretación (NAI) es una organización sin fines de lucro.  

Es una organización de  profesionales involucrados en la interpretación de los recursos del patrimonio natural y cultural en el medio, tales como parques, zoológicos, museos, centros de la naturaleza, acuarios, jardines botánicos y sitios históricos. Durante más de 50 años, NAI y sus organizaciones patrocinadoras han alentado la creación de redes, capacitación y colaboración entre los miembros y asociados en apoyo de su misión: el liderazgo inspirador y la excelencia para avanzar en la interpretación del patrimonio como una profesión.
















domingo, 17 de julio de 2011

PLAN INTERPRETATIVO FINCA ATENAS

PLAN INTERPRETATIVO FINCA ATENAS

La contribución a la educación ambiental y la concientización para un cambio de actitud positiva y responsable respecto al medio ecológico debe ser considerado como uno de los objetivos más importantes para la actividad turística en el medio rural.  Asimismo, los servicios de educación e interpretación constituyen uno de los puntos básicos a considerar cuando se busca crear una experiencia turística completa y debe tener una de las más altas prioridades en la gestión y presentación de servicios turísticos.

La interpretación puede realzar enormemente la calidad de la experiencia del visitante, al proporcionarle significado a procesos que de otra manera podrían pasar inadvertidos o incomprendidos. La interpretación en un escenario rural se define como toda actividad educativa que tiende a revelar significados e interrelaciones a través del uso de objetos, experiencias de primera mano y medios audiovisuales.

Los programas interpretativos deberán en general referirse a los siguientes tres grandes temas:
  1.        Información y orientación diversa sobre el área en cuestión, sus normas y reglamentos, oportunidades para realizar diversas actividades y sus principales atractivos.
  2.         Comprensión y apreciación de los recursos del área (tanto naturales como culturales)
  3.         Oportunidades para desarrollar y clarificar una ética conservacionista asociada a la actividad productiva, con relación a los recursos del área en cuestión, las comunidades vecinas y al medio ambiente en general.


Bien planeados y eficazmente orquestados, los programas interpretativos in situ ayudarán a ganar amigos y aliados para la conservación, generar reflexiones claras sobre las mejores prácticas agrícolas en los espacios rurales, a familiarizar al público no sólo con los valores que se protegen sino con los beneficios a corto y largo plazo que se obtienen de llevar a cabo un proceso de producción – protección, como lo es el caso especifico de la finca Atenas en el Municipio de Santuario - Risaralda.

En general, es posible identificar cuatro segmentos estratégicos de público:
  1.   Habitantes locales (que viven en o cerca del sector objeto del proyecto, tanto en contextos rurales como urbanos o urbano-rurales)
  2.  Turistas nacionales
  3.  Turistas extranjeros.
  4.  Grupos, ciudadanos e instituciones influyentes (p.ej. formadores de opinión locales y nacionales, tomadores de decisiones políticas, empresarios, ONGs importantes, representantes de fundaciones filantrópicas, directivos de universidades, intelectuales, etc.)


Los servicios de interpretación se pueden proporcionar a través de muy diferentes medios: la selección de éstos está en función de los recursos disponibles; los objetivos específicos deseados y el perfil del consumidor potencial y real.

OBJETIVOS DEL PROYECTO
El objetivo principal del proyecto formativo “diseño y operación de excursiones guiadas en destinos de naturaleza”  consiste en establecer nuevas propuestas para el diseño de productos turísticos basados en el servicio de guianza interpretativa.  De allí surge la idea de elaborar un plan interpretativo que permita dar a conocer las características reales de la cultura cafetera en el Municipio de Santuario – Risaralda y su réplica en otros 3 sitios de la localidad. Este plan permitirá la interpretación este recurso durante todo el año.

Los objetivos específicos son los siguientes:
  1.  Elaborar un plan que utilice las técnicas de interpretación de patrimonio y que logre interesar acerca de la cultura cafetera a distinto tipo de público en el sector del Triangulo del Café.
  2. Reconocer, identificar y localizar los recursos asociados a la cultura cafetera en el Sector el Tambo, finca Atenas y Hacienda Brisas del Tambo, Municipio de Santuario - Risaralda.
  3.  Proponer el material específico de interpretación de patrimonio a desarrollar para el visitante de los senderos interpretativos de la Finca Atenas y dar algunos ejemplos de interés.
  4.  Diseñar y construir un sendero interpretativo en la finca Atenas y rutas complementarias en el sector del tambo.
  5.  Implementar un servicio de guianza interpretativa en la Finca Atenas y el Sector el Tambo.